Altamisa - Artemisa
A esta planta
que siempre está verde, en algunos lugares se la conoce con el nombre de “Artemisa".
NOTA: La Altamisa es una planta cálida, por lo tanto debe
ser usada con mucho cuidado, no deben tomarla las mujeres embarazadas.
Para los
problemas de la menopausia femenina
y para combatir el histerismo, se
toma tres veces al día la infusión de una hoja de Altamisa (de las de
la punta de la planta) por jarro
de agua hirviendo.
Esta infusión se
recomienda para la artritis, reumatismo,
osteoporosis y osteoartritis. Se toma
por siete días, se descansa tres y se vuelve a comenzar, así por 3 a 6
meses. La infusión anterior
con dos hojas de Itapallu (Ortiga), cura la menstruación dolorosa y la inflamación de la matriz.
La infusión de
una hoja (de las de la punta de la planta de Altamisa) y un pedazo de Sanu Sanu
(del tamaño del dedo grande) en un jarro
de agua hirviendo da excelentes resultados en la curación de la disentería y la retención de orina.
Para curar el "llejti“,
la enfermedad llamada corea o Baile de
San Vito y escorbuto, se recomienda tomar en ayunas y durante cinco días
seguidos la infusión en un jarro de agua hirviendo de una hoja de Altamisa y
dos hojas de Hierba Buena.
La infusión de
una hoja chica de Altamisa y 6-8 hojas de Ruda en una jarro de agua
hirviendo se usa en los casos de retención de placenta y problemas después del
parto que se conocen con el nombre de “entuertos“.
Se recomiendan
los baños con el cocimiento caliente de las hojas y las fricciones con la
tintura de Altamisa para los dolores de tipo
reumático.
Las hojas de Altamisa
calentadas sobre las brasas y rociadas con
un poco de orín, se aplican como cataplasma
para curarse de la tortícolis o
"aire" y deshinchar contusiones.
Las hojas de
Altamisa previamente calentadas sobre las brasas o el fuego, sé usan en
fricciones para aliviar los dolores del reumatismo,
los calambres y los golpes de aire.
El cocimiento en un jarro de agua de un
pedazo de la raíz de Altamisa (del tamaño del dedo chico), actúa contra la epilepsia, los espasmos y la hidropesía.
El cocimiento de
6-8 hojas de Altamisa en una botella de agua se usa en baños para aliviar el
escozor y el ardor que provoca la rasca
rasca, la alergia, la erisipela y otras
enfermedades de la piel.
Un remedio
seguro para curar los dolores de espalda
y calmar los dolores de la ciática,
gota, tortícolis o aire y contusiones, es aplicarse en forma de cataplasma
las hojas de Altamisa calentadas y
rociadas con un poco de alcohol.
Para el dolor de oídos y el zumbido de estos,
se hace gotear en el oído afectado 1-2 gotas de la savia de las hojas o los
tallos de Altamisa (una gota es suficiente).
Se dice que el
tomar en ayunas una cucharada del zumo de las hojas de Altamisa, rompe los cálculos de la vejiga.
Fuente: Manuel
de Lucca D. y Jaime Zales A.
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